¿Y si solo como carne de animales criados con humanidad?

El veganismo se basa en la abstención total del consumo de productos de origen animal, independientemente de cómo hayan sido criados o tratados los animales.

Esto significa que, desde la perspectiva del veganismo, no es suficiente que los animales sean criados con humanidad o en condiciones de bienestar para justificar su consumo.

La explotación de animales, incluso en condiciones de crianza consideradas más éticas o humanas, todavía implica la privación de la vida y el uso de los animales para satisfacer las necesidades humanas, lo cual es visto como una forma de explotación. Además, el proceso de matanza, incluso en condiciones más humanas, todavía involucra la toma de la vida de un ser sintiente.

El veganismo se basa en la creencia de que los animales tienen derechos intrínsecos y que no deben ser considerados como simples recursos para el beneficio humano, ya sea en la producción de carne, leche, huevos o cualquier otro producto de origen animal. Por lo tanto, desde la perspectiva del veganismo, la cría de animales en condiciones más humanas puede ser un paso positivo hacia el bienestar animal, pero aún así no justifica su consumo.

En lugar de consumir productos de origen animal, los veganos buscan alternativas basadas en plantas para satisfacer sus necesidades nutricionales y culinarias. Esto incluye una amplia variedad de alimentos vegetales, como frutas, verduras, legumbres, granos enteros, frutos secos y semillas, así como productos específicos elaborados a base de plantas, como carne vegetal, leche vegetal y queso vegano. El veganismo se basa en la idea de que es posible llevar una vida plena y saludable sin depender de la explotación animal.