Rezar o dar gracias antes de consumir un animal no cambia el hecho de que ese animal ha sido criado y sacrificado para ser comido.
Aunque el acto de mostrar gratitud puede ser una expresión de respeto por la vida del animal, sigue siendo un acto que implica la muerte y el consumo de un ser sintiente.
En el veganismo y en la ética animal, se enfatiza la importancia de tomar decisiones éticas y sostenibles en la forma en que obtenemos nuestros alimentos. Agradecer antes de comer un animal no altera los hechos de su explotación y sacrificio, ni aborda las preocupaciones éticas y medioambientales asociadas con la producción de carne.
En lugar de depender de expresiones de gratitud después del hecho, muchas personas optan por tomar decisiones alimenticias que reflejan sus valores éticos desde el principio, eligiendo una dieta vegana que evite la explotación y el sufrimiento animal en primer lugar.
El veganismo se basa en la idea de que es posible vivir de una manera que cause menos daño a los animales, al medio ambiente y a la salud humana, sin la necesidad de consumir productos de origen animal. Tomar decisiones conscientes sobre lo que comemos es una forma efectiva de promover un mundo más compasivo y sostenible.