Tener dientes caninos no es el único factor que determina la dieta de una especie. Si bien los caninos son dientes puntiagudos que a menudo se asocian con la capacidad de desgarrar carne, la anatomía dental de un animal es solo un aspecto de su biología y no proporciona una imagen completa de su dieta.
Los seres humanos tienen dientes caninos, pero también tenemos dientes molares y premolares que están diseñados para moler y triturar alimentos vegetales. Nuestra anatomía dental es más parecida a la de los omnívoros, que pueden consumir tanto alimentos de origen animal como alimentos vegetales.
Además, la evolución humana ha estado marcada por el desarrollo de herramientas y técnicas de cocina que nos permiten preparar y consumir una amplia variedad de alimentos, incluyendo alimentos de origen vegetal. A lo largo de la historia, los seres humanos han demostrado ser muy adaptables en términos de dieta.
La capacidad de elegir nuestra dieta en función de consideraciones éticas, medioambientales y de salud es una de las características distintivas de los seres humanos. Por lo tanto, el hecho de que tengamos dientes caninos no nos limita a ser carnívoros; en cambio, podemos optar por una dieta que refleje nuestras elecciones y valores personales. Muchas personas eligen seguir una dieta vegana o vegetariana precisamente por estas razones.