Si ya llevas tiempo en contacto con el mundo vegano (o incluso si ya estás llevando a la práctica sus conceptos) quizás pueda sorprenderte la confusión que hay, en la población general, sobre los conceptos de veganismo y vegetarianismo (sin siquiera entrar en sus variantes: crudiveganismo, lactovegetarianismo, ovovegetarianismo, frugivorismo, etc.,).
Sin embargo, como también puede ser que te estés iniciando en este estilo de vida, y por ello puedas tener ciertas dudas, en la siguiente exposición vamos a analizar estos conceptos, como fase previa a profundizar, a lo largo de los siguientes temas, en un mundo tan apasionante como este.
Si ya eres vegano o vegetariano experto, es posible que estos conceptos te resulten claros y sencillos, pero si te estás iniciando o te has acercado por curiosidad, este es el sitio adecuado para resolver las dudas que puedas tener.
Como siempre, te emplazo al Buzón de Contacto, para cualquier duda que te pudiera surgir, tanto en este como en cualquier otro tema.
El vegetarianismo
Empezando por el concepto básico: vegetarianismo es una pauta de alimentación que rechaza el consumo de cualquier tipo de carne animal (lo que en lenguaje común se llama carne y pescado). Sin embargo, los vegetarianos pueden emplear el resto de los productos de origen animal, lo que implica el consumo de alimentos como huevos, leche y derivados lácteos, mantequilla y miel, entre otros.
Dentro del grupo de los vegetarianos se encontrarían los lactovegetarianos (incluyen en su dieta leche y derivados lácteos), los ovovegetarianos (los huevos forman parte de su dieta) y los ovolactovegetarianos (consumen huevos y lácteos).
Como consecuencia del descubrimiento y un mayor conocimiento de los factores de riesgo cardiovascular a lo largo de las últimas décadas del siglo XX, se ha ido teniendo progresivamente una conciencia mayor sobre los peligros de las grasas de origen animal y el beneficio que aportan algunas grasas vegetales (ácidos grasos insaturados). Por ello (entre otros motivos), el crecimiento del vegetarianismo ha sido espectacular, sobre todo en las dos primeras décadas de este siglo.
Históricamente, hay antecedentes muy interesantes, tanto del concepto vegetariano como vegano (Grecia clásica, escuelas budistas,…) que trataremos en próximas exposiciones. Sin embargo, la palabra “veganismo” se creó a mediados del siglo XX (Donald Watson, 1944), para diferenciar el vegetarianismo estricto (que excluye por completo el consumo de carne, huevos, leche, miel, etc.) del vegetarianismo que únicamente rechaza la carne.
Fácil, ¿verdad? Seguimos.
El veganismo
El veganismo, comparado con el vegetarianismo, va más allá y consiste en la negativa a utilizar cualquier tipo de producto de origen animal.
Aquí complicamos un poco más el concepto, ya que surgen varios niveles. Así, podemos hablar de veganismo a nivel puramente dietético (rechazo a incluir en la dieta carne, huevos, leche,… es decir, todo producto de origen animal) o de un veganismo en un sentido más amplio, que rechaza dichos productos y servicios en todas las facetas de la vida: ropa (lana, pieles, cuero, seda,…), calzado (cuero, piel, …), cosméticos (fabricados con productos de origen animal o testados en animales), etc., incorporando otros conceptos como respeto a los animales y sus derechos o impacto ecológico, entre otros.
Por tanto, el veganismo suele estar íntimamente relacionado con motivaciones éticas de respeto y amor por los animales que llevan a adoptar todo un estilo de vida que no aparece en el vegetarianismo.
Podría decirse que el vegetarianismo está más ligado a un tipo de alimentación, mientras que el veganismo engloba todos aquellos aspectos de nuestra vida que se ven afectados por la creencia de que los animales son seres vivos capaces de sentir amor, sufrimiento y dolor, y por tanto no deben ser sometidos, utilizados, torturados, ni sacrificados para nuestro beneficio.

Cuando nos planteamos hacernos veganos comenzamos a percibir ciertas contradicciones que hasta ese momento no apreciábamos:
- ¿por qué hay animales que merecen nuestro amor y otros merecen ser comidos o explotados?
- ¿por qué no nos da pena separar a un ternero de su madre si a nosotros (mamíferos, al fin y al cabo) nos parecería una barbaridad?
- ¿por qué nos resulta tan impresionante la mirada de desesperación-resignación-sometimiento que tienen los gorilas encerrados en un zoo? ¿acaso no será que nos recuerdan bastante a nuestra propia especie?
En el momento en que comenzamos a preguntarnos algunas de las cosas que hasta ese momento nos habían parecido normales, empezamos a acercarnos a un estilo de vida más coherente y respetuoso con nuestro entorno.
Sin embargo, tomar una decisión así no siempre es sencillo ya que, desgraciadamente, aún nos tenemos que enfrentar a la incomprensión de amigos y familiares, muchos de ellos preocupados por si sufriremos algún tipo de carencia nutricional. Y ahí es donde, además, nos tocará tranquilizar a los que nos quieren.
Una dieta vegana puede ser equilibrada y muy saludable. Como en tantos temas, la palabra mágica es… “depende”.
Depende de si se hace de una forma correcta, de si se tiene una cultura nutricional básica, de si incluimos variedad en la selección de los alimentos,… Pero este no es un concepto relativo a la dieta vegana, es una valoración que debe aplicarse a cualquier tipo de alimentación, ¿no crees? Porque si un no vegano solo come fritos, carne y grasas saturadas, también sufrirá carencias nutricionales (aunque probablemente esté obeso y con el colesterol por las nubes).
Como siempre, la clave de una dieta equilibrada está en la variedad y, afortunadamente, la Naturaleza ha sido generosa y nos ha querido proporcionar todos los nutrientes necesarios para nuestra salud dentro del reino vegetal permitiéndonos, de esta forma, vivir en mayor armonía con nuestro entorno.
Bueno, hasta aquí llega lo que te queríamos explicar en este post sobre el concepto básico del veganismo y las diferencias con el vegetarianismo. Hemos tocado diferentes temas que merecerán ser tratados, cada uno de ellos con mayor profundidad.
Solo me queda animarte a seguir leyendo próximas entregas para ampliar tus conocimientos y sacar el máximo partido a este enfoque, tanto a nivel nutricional como, si lo deseas, de una forma más global.
Por cierto, ¿conoces el Día Mundial del Veganismo? Es el día 1 de noviembre. No te olvides siempre de ¡celebrarlo! (y por todo lo alto)
Si deseas que tratemos algún tema concreto y no lo ves en el Índice de Contenidos, coméntanoslo en el Buzón de Contacto y lo incluiremos.