¿Qué es el kéfir vegano? ¿Puedo consumir kéfir sin leche de origen animal?

La naturaleza nos ha regalado el kéfir, una bebida fermentada gracias a un hongo, de aspecto bastante parecido a una coliflor. Este hongo se suele alimentar de leche, produciendo su fermentación y obteniéndose así una bebida bastante parecida al yogur pero con muchos más probióticos.

El kéfir es un gran alimento.

Dato curioso…

Hay una tradición relacionada con el kéfir, y consiste en que este debe adquirirse en forma de obsequio para que aporte todas sus virtudes (salud, vitalidad,…). Lógicamente, esto no tiene base nutricional alguna, pero es bonito asociar este producto a una elaboración casera, no industrial, y a la mentalidad de compartir lo bueno con los demás…

El consumo habitual de kéfir proporciona gran cantidad de beneficios a la salud, ya que se trata de un alimento probiótico, en el que el hongo de kéfir producirá una fermentación que mejorará tu sistema inmunológico y digestivo, mejorando la capacidad de defensa frente a las infecciones, aliviando problemas gástricos y regulando el tránsito intestinal.

Beneficios del kéfir

Entre los beneficios que se han asociado a su consumo se encuentran también:

Contribuye a regular los niveles sanguíneos de glucosa y colesterol, por lo que contribuye a evitar la diabetes y a reducir la incidencia de problemas cardiovasculares.

Ayuda a depurar toxinas y posee propiedades antioxidantes, por lo cual es beneficioso para mitigar el proceso de envejecimiento.

Facilita la digestión y absorción tanto de los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas…) como de las vitaminas presentes en los alimentos.

Como ya hemos mencionado al comienzo de este artículo, habitualmente, este hongo se alimenta de leche de vaca o cabra y, al producir la fermentación de la lactosa, se obtiene un alimento cuyo aspecto es bastante similar al de un yogur líquido.

Kefir-vegano

Quizá ahora estés pensando que entonces deberás prescindir de su consumo en una dieta vegana. Nada más lejos de la realidad, ya que puedes realizar tu kéfir vegano de dos formas diferentes:

  • Empleando alguna de las variedades de leche vegetal, si tienes un kéfir de leche.
  • Con un kéfir de agua.

¿Pero, qué es un kéfir de agua?

El kéfir de agua, producido por gránulos de tibico, está formado por una mezcla de bacterias y levaduras en una matriz polisacárida. A diferencia del kéfir de leche, éste puede fermentar cualquier bebida azucarada obteniéndose así un agua carbonatada que proporcionará todos los probióticos necesarios para obtener sus beneficios.

Cómo preparar kéfir de agua

Lo primero es la obtención de los gránulos de tibico, que se deberán introducir en un recipiente de vidrio de boca ancha con agua pura hervida, pero no clorada, a la que se añadirán azúcar integral, un trozo de fruta cítrica y 2 o 3 trozos de frutas tipo dátiles, higos, etc…

Una receta ejemplo de kéfir de agua sería:

  • 3 cucharadas de nódulos de kéfir hidratados
  • 50 gramos de azúcar integral
  • 2 higos secos o dátiles
  • Medio limón
  • 1 litro de agua hervida y no clorada

Introduce todos los ingredientes en un recipiente de vidrio de boca ancha y remueve bien, preferiblemente con una cuchara de madera ya que es preferible evitar los utensilios metálicos para no alterar el sabor de la bebida final.

El volumen de toda la mezcla no debe superar los dos tercios del volumen del recipiente, pues debes tener en cuenta que se generará gas durante la fermentación.

Deberás tapar el envase con una gasa y dejar la mezcla en reposo y protegida de la luz solar de 2 a 3 días. Tras este tiempo, se filtrará la bebida con un colador no metálico y se podrá consumir el líquido.

Los tibicos se enjuagarán con cuidado y se podrá comenzar de nuevo el proceso para obtener más bebida.

Como ves, es bastante sencillo, ¿verdad?

Kéfir de leche para veganos

Pero quizá a ti te apetezca más probar el tradicional kéfir de leche; pues si es así no hay problema, ya que existe la opción de emplear leche vegetal.

Podrás emplear cualquier tipo leche vegetal, pero la que mejor queda (más cremosa tras la fermentación) es la leche de soja, seguida de la de coco y almendra. Si usas leche vegetal, el kéfir no se nutrirá de la lactosa sino de los azúcares vegetales, principalmente el almidón. Por ello, ten en cuenta que quizá debas añadir algo de azúcar si la bebida no contiene la suficiente cantidad.

El método de preparación con la leche vegetal es similar al tradicional:

  • Necesitarás un tarro de vidrio de boca ancha, tus gránulos de kéfir y la leche vegetal que desees emplear.
  • La cantidad de leche no debe superar los 2/3 del tarro. Añade tus gránulos de kéfir.
  • A continuación, deja que comience el proceso. Deberás dejarlo a temperatura ambiente (lo ideal es de 23 a 28ºC) de 2 a 3 días y en un lugar oscuro.
  • Pasado este tiempo, cuela la bebida con un colador no metálico, enjuaga con cuidado el hongo en agua y comienza de nuevo el proceso.
  • La bebida resultante ha de ser guardada en el frigorífico en una botella de cierre hermético para garantizar su conservación.
  • Un último consejo: se recomienda consumirlo en un plazo de no más de 5 días ya que, con el tiempo, la bebida de kéfir va perdiendo propiedades y ganando acidez.

Como ves, se trata de un proceso artesanal pero realmente sencillo que te aportará un alimento fresco, ligero, sano y también vegano. Además puede ser un desayuno perfecto si lo acompañas de trocitos de fruta y cereales ¿Te apetece probarlo? Si lo haces, coméntanos tu experiencia, dudas o dificultades en el Buzón de contacto