La vitamina B12 se produce naturalmente en el tracto gastrointestinal de los animales y humanos debido a la acción de ciertas bacterias.
Sin embargo, el acceso a la vitamina B12 en la dieta humana se ha visto afectado por la modernización de la producción de alimentos y la higiene. En el pasado, las personas podían obtener B12 de alimentos contaminados por tierra o bacterias, pero la práctica de lavar y desinfectar los alimentos ha reducido significativamente la cantidad de B12 disponible de esta manera.
Para muchas personas, la principal fuente de vitamina B12 es a través de productos de origen animal, como carne, pescado, lácteos y huevos. Estos alimentos contienen B12 porque los animales también la obtienen de su dieta o suplementación. Sin embargo, esto no significa que los animales sean una fuente natural de B12, sino más bien intermediarios en la cadena alimentaria.
Para los veganos y muchas otras personas, la suplementación de vitamina B12 es necesaria para garantizar una ingesta adecuada de esta vitamina esencial. La vitamina B12 es crucial para funciones como la formación de glóbulos rojos, el funcionamiento del sistema nervioso y la síntesis del ADN. La suplementación de B12 en forma de pastillas, cápsulas o alimentos fortificados es una forma segura y efectiva de satisfacer las necesidades nutricionales sin recurrir a productos de origen animal.
Aunque la vitamina B12 se encuentra en pequeñas cantidades en alimentos vegetales como algas y alimentos fermentados, estos alimentos no proporcionan suficiente B12 de manera consistente y no se pueden considerar fuentes confiables de esta vitamina.
En resumen, mientras que la producción de B12 en el tracto gastrointestinal es natural, las prácticas modernas de higiene y alimentación han reducido la disponibilidad de B12 en la dieta humana, lo que hace que la suplementación sea una opción necesaria para muchos veganos y otros individuos que no consumen productos de origen animal.