No es correcto afirmar que los veganos se preocupan más por los animales que por las personas.
El veganismo se basa en la preocupación por los derechos de los animales y la creencia de que los seres humanos no deben explotar ni causar sufrimiento innecesario a los animales. Sin embargo, esto no significa que los veganos no se preocupen por las personas o que consideren que los derechos de los animales son más importantes que los derechos humanos.
La mayoría de los veganos también se preocupan por cuestiones humanitarias, sociales y ambientales. Muchos de ellos reconocen que los problemas relacionados con la alimentación y la explotación animal están interconectados con problemas como la inseguridad alimentaria, el cambio climático, la justicia social y la equidad global. Por lo tanto, muchos veganos adoptan un enfoque holístico y buscan abordar tanto las preocupaciones éticas relacionadas con los animales como las preocupaciones humanas y ambientales.
Además, el veganismo no implica necesariamente que uno deba priorizar los derechos de los animales por encima de las preocupaciones humanas. Se trata de reconocer que la explotación animal es innecesaria y evitar contribuir a ella a través de la elección de alimentos y productos de origen vegetal. Esto puede ser una forma coherente de llevar una vida ética que respeta tanto a los seres humanos como a los animales.
En resumen, los veganos no se preocupan más por los animales que por las personas, sino que buscan equilibrar sus preocupaciones éticas en un esfuerzo por promover un mundo más compasivo, sostenible y justo tanto para los seres humanos como para los animales.