Los animales no sienten dolor, ¿verdad?

Los animales sí sienten dolor. Esta es una afirmación respaldada por una amplia investigación científica y es una conclusión aceptada por la comunidad científica y la mayoría de las organizaciones de bienestar animal en todo el mundo.

El sistema nervioso de la mayoría de los animales, incluyendo mamíferos, aves, peces y muchos invertebrados, está diseñado para detectar y responder al dolor. Estos animales tienen receptores de dolor y vías neurológicas similares a las de los seres humanos que les permiten experimentar y reaccionar ante el dolor. Cuando un animal sufre una lesión o experimenta angustia física, su sistema nervioso transmite señales de dolor al cerebro, lo que provoca respuestas de evitación y protección.

El reconocimiento de la capacidad de los animales para sentir dolor es fundamental para el bienestar animal y la ética en la relación entre humanos y animales. Por esta razón, se han implementado leyes y regulaciones en muchos países para proteger a los animales de la crueldad y el sufrimiento innecesario.

En el veganismo y en la defensa de los derechos de los animales, se parte del principio de que todos los seres sintientes tienen derecho a vivir una vida libre de sufrimiento y explotación. Esta comprensión de que los animales sienten dolor es un factor central en la elección de evitar la explotación animal y promover prácticas más éticas en la relación con los animales.