Optar por un estilo de vida basado en el respeto a la vida y la dignidad de los animales no humanos es, sin duda, una experiencia enriquecedora y gratificante, pues cuando damos un paso de esa magnitud, comenzamos a darnos cuenta de la realidad que nos rodea y generalmente se asocia a algún grado de crecimiento y evolución personal.
Sin embargo, desgraciadamente, no todo va a ser un camino de rosas, pues cuando nos decidimos a ser veganos nos encontramos siempre, antes o después, con una serie de dificultades que conviene conocer para estar adecuadamente preparados para su afrontamiento.
Quizá algunos de vosotros hayáis encontrado alguna de estas dificultades o bien otras diferentes, pero creemos interesante mencionar las más frecuentes, ya que son las que más solemos encontrar en nuestro camino.

Preocupación por no estar siguiendo una dieta equilibrada
Esta es una preocupación bastante común al principio del camino vegano. De hecho, muchas de vuestras consultas se refieren a este tema.
Lo primero de todo es mantener la calma, pues ya se ha demostrado que una dieta vegana es saludable y puede seguirse en cualquier época de la vida.
Las proteínas y el hierro se obtienen sin problema de los alimentos vegetales y solo requerirás tomar suplementos de vitamina B12, pero ¿sabías que también reciben suplementos de B12 los animales de las granjas destinados al consumo humano? Entonces, como puedes imaginar, no es tan terrible tomar un suplemento vitamínico si eso supone no matar a un ser vivo.
En este aspecto, te aconsejo que leas el artículo «¿Es necesario tomar suplementos de vitamina B12?«
A pesar de todo, muchos nos preguntan qué deben comer cada día. Nosotros proponemos una cosa muy sencilla: comer con tranquilidad, pues la humanidad lleva alimentándose desde el principio de los tiempos con naturalidad.
Comer no debe enfocarse como si tratáramos de resolver una complicada fórmula química. Nuestro cuerpo está capacitado para digerir, absorber y reservar los nutrientes necesarios para su mantenimiento y desarrollo. Solo en casos realmente extremos aparecerían carencias. Es decir, si incluimos en nuestra dieta variedad de productos vegetales (verduras, frutas, semillas, legumbres, cereales… – si no lo has hecho, te aconsejo que leas: “La Pirámide nutricional vegana”) podremos estar tranquilos en lo que respecta a nuestra alimentación, sobre todo si no abusamos de productos refinados o procesados. Puede decirse que realmente existe una regla muy sencilla: mejor integral que refinado y mejor natural que procesado (cuanto más reconocible es el alimento en el plato, mejor para nuestra salud).
Por otro lado, cuando no erais veganos ¿os planteabais este tema con frecuencia o comíais sin pensar demasiado en ello? Porque quien no come nunca, o casi nunca, productos de origen vegetal y basa su alimentación excesivamente en los productos de origen animal puede sufrir diferentes trastornos de salud (desgraciadamente demasiado frecuentes en nuestra sociedad): aumento de cifras de colesterol, obesidad, gota, insuficiencia renal, y una lista extensísima de otros problemas.
Algunos veganos se agobian en exceso con su alimentación y abusan de alimentos como frutos secos, legumbres y pasta (de hecho a veces nos comentan que han ganado peso). Eso suele ocurrir porque se tiene la idea de que debemos comer de todos los grupos de alimentos cada día (incluso en cada plato).
No es necesario.
Puedes comer un día verduras como plato principal, otro legumbres, otro pasta o arroz, fruta fresca a diario y poner en tus ensaladas o en tus platos de pasta algunos frutos secos… son solo ejemplos para normalizar el momento de comer.
Comprar ropa o cosméticos
Debes saber que existen listas de productos cosméticos que no testan sus productos con animales. Busca información antes de decidirte por una marca u otra.
En cuanto a la ropa, ya no es necesario usar lana, seda o pieles pues existen opciones sintéticas de gran calidad, realmente bonitas y confortables. Solo debes fijarte en la etiqueta que especifica la composición.
¿Te parece interesante que dediquemos un artículo específico a la ropa o a los cosméticos? Coméntanoslo en el Buzón de contacto.

Dificultades sociales
Este es uno de los puntos más dolorosos porque, cuando nuestro entorno se entera de nuestra decisión, no siempre están preparados para aceptarlo y, desgraciadamente, en un mundo donde cada vez se respeta más la diversidad, no se suele respetar aún el veganismo. Aún debemos enfrentarnos a burlas, bromas e incluso discusiones con aquellos que defienden la postura contraria.
Nuestro consejo es: respirar hondo, contar hasta cien y seguir adelante. No vale la pena discutir con familiares y amigos pues solo conseguiremos sufrir. Con el tiempo los que nos quieren lo aceptarán, respetarán y poco a poco quizá (solo quizá) podáis convencerles. ¡Quién sabe!
Comer fuera
Aunque cada vez existen más restaurantes veganos, la gran mayoría de los bares y restaurantes basan prácticamente toda su oferta en los productos de origen animal. Aun así, siempre podéis buscar opciones veganas en las cartas: parrilladas de verduras, ensaladas, platos de arroz, pasta… lo único que deberéis hacer es explicar claramente a quien os vaya atender que sois veganos (si no conoce de qué se trata, explicárselo con naturalidad). De esta forma evitaremos sorpresas como, por ejemplo, el queso o el atún en la ensalada.
Si debéis comer fuera a diario por motivo de trabajo o estudios, realmente lo más sencillo, además de lo más económico, es que os llevéis preparada vuestra propia comida. Pero seguro que no sois los únicos que lleven la comida de casa y también puede ser un buen momento para socializar y dejar que vuestros compañeros prueben platos que nunca pensaron que pudieran estar tan buenos.
Quién sabe. Igual al final se hacen también veganos…
¿Son estas las dificultades que has encontrado en vuestra vida diaria? ¿Quieres comentar otras? Nos encantaría que nos comentaras tu experiencia utilizando los comentarios bajo el artículo. Seguro que todos podemos aportar algo a los demás, desde nuestra experiencia.