En muchas ocasiones, coexiste un problema de salud con un estilo de vida vegano y eso puede generar preocupaciones. La solución suele ser más sencilla de lo que parece y muchas veces pequeños ajustes bastan para aliviar o resolver el problema, como en la siguiente consulta:
Esta es una consulta de nutrición, aunque está relacionada con la salud…
He llevado una dieta ovolactovegetariana desde muy joven, y supongo que al principio no lo hacía nada bien (hace 30 años no había mucha información!). Mis motivos eran la salud y después fui siendo más consciente del panorama ecológico y comencé a consumir productos orgánicos por respeto a la tierra, las formas de explotación agrícola, y animal…Luego, hace unos 8 años dejé los lácteos, ya convencida de que aportaban más perjuicios en nuestra salud, que beneficios (yo antes solía ser un moco andante, ja, ja) Claro que al final me di cuenta, sobre todo a raíz de escuchar los podcast de nuestros queridos amigos de que ya no quería colaborar más con el abuso que se hace a nuestros hermanos animales. Pero aún sigo tomando algún huevo cocido, sobre todo porque me veo delgada, y por lo siguiente, donde ya voy a especificar el tema de consulta y perdón por esta larga introducción:
Tuve la menopausia a los 41 años, y desde entonces voy perdiendo peso, desde los 47 kg hasta los 41, arriba abajo, incluso a veces he llegado a menos de 40. Creo que puede tener que ver con el estrés y con la disquinesia biliar que me diagnosticaron hace unos años. mi vesícula no saca suficiente bilis, y por tanto hay muchas cosas que me sientan mal. Con las grasas tengo que ir con muchísimo cuidado, crudas y en poca cantidad. los alimentos ácidos y cítricos no los digiero nada bien, me producen tanto malestar que los tengo que evitar. Y con los fermentados me ocurre otro tanto: chucrut, tamari, miso, vinagre, picles…
Bueno, al principio insistía con estos alimentos, pero ya desisto, porque me producen fermentaciones, gases, eructos, náuseas, en fin cosas nada agradables y yo creo que indican una mala digestión… y si no digieres no asimilas…Suelo tomar plantas medicinales que me aconsejan las dietistas de las herboristerías y me ayudan mucho, aunque no me curan el problema. Sé que a veces abuso del pan y de los dulces y es algo que me controlo normalmente para no cansar a la vesícula y el hígado, pero la ansiedad, hay veces que va por su cuenta…
Ahora mismo en una analítica de sangre me sale una anemia ferropénica importante y debo tomar aporte de hierro. Yo he pensado que podría tener que ver con que tomo muchas manzanas y frutas no ácidas, pero no tomo cítricos pues como he explicado me sientan mal. y claro, quizás no tomo suficiente vitamina C, para asimilar el hierro? porque legumbres ya tomo.
por favor, podríais recomendarme alimentos que no sean ácidos que lleven vitamina C? y una forma de tomar más hierro en la dieta diaria , o una manera de combinar ambas cosas para no acabar teniendo carencias de este tipo de anemia a la larga. Me gustaría poder comer de todo, (vegetal ! se entiende), y que la vesícula funcionaría bien, pero por ahora, es lo que hay.
Perdonadme si me he extendido demasiado. Muchas gracias por lo que hacéis, y un abrazo muy fuerte!!
Respuesta:
Como bien dices, tu consulta abarca dos ámbitos diferentes, aunque íntimamente relacionados: la nutrición y la salud, en este caso del aparato digestivo.
Respecto al problema gastrointestinal, una disquinesia biliar, efectivamente, causa un problema a la hora de digerir las grasas y constituye una dificultad para alcanzar un estado nutricional adecuado. De ahí tu tendencia a perder peso y la anemia que comentas. Por lo que transmites, tu situación digestiva no parece plantearte muchas dudas y tienes las ideas claras, por lo cual entendemos que estás en manos de buen gastroenterólogo. Él es el profesional más indicado para asesorarte de forma general acerca del enfoque que debes adoptar.
Así pues, lo primordial en tu caso sería, ante todo, optimizar la situación digestiva con el tratamiento adecuado. De forma complementaria, sería también aconsejable mejorar la alimentación, en la medida de lo posible, y dependiendo de tu tolerancia digestiva, para conseguir potenciar los efectos de la labor de tu gastroenterólogo.
Para ello, como bien comentas en tu consulta, tan importantes son los alimentos ricos en hierro, como los que aportan vitamina C, que ayuda a su absorción.

Respecto a tu pregunta sobre los alimentos que aportan vitamina C, hay algunos que no figuran en la lista «típica» (cítricos, tomate, kiwi, etc.) y que podrían interesarte. Entre ellos, destacan el pimiento (que también tiene vitamina A y fibra en abundancia), la col rizada y el brócoli.
Sin embargo, hay dos conceptos que son menos conocidos:
- Para mantener unos niveles adecuados de hierro, también es necesaria la vitamina A. Aunque su papel es menos claro que el de la vitamina C, se observa que en caso de hipovitaminosis (déficit de vitaminas) A, también aparece anemia. En tu caso, esto tiene una relevancia especial, ya que la vitamina A pertenece al grupo de vitaminas liposolubles (al igual que las vitaminas D, E y K) y su metabolismo está relacionado con el de las grasas que, como vimos antes, es parte de tu problema.
Alimentos ricos en vitamina A son la zanahoria, batata (boniato), lechuga, acelgas, espinacas, brócoli y frutas como el melón, el mango, la sandía y el albaricoque.
- Hay algunos nutrientes que disminuyen la absorción del hierro (efecto quelante). Entre estos destacan los taninos, presentes en el café, té y vino tinto, entre otros, los cuales no son aconsejables si hay déficit de hierro o sus consecuencias, como la anemia ferropénica.
En resumen, hay varios enfoques nutricionales que podrían ayudarte a resolver el problema que describes, si bien siempre deberán ajustarse a tu tolerancia gastrointestinal y a la supervisión de tu gastroenterólogo.
Te deseamos una pronto recuperación y te invitamos a seguirnos contando cómo evoluciones.