Beneficios de… la granada

¿Qué es la granada? Orígenes y datos curiosos

La granada es la fruta de un árbol de hoja caduca conocido como granado (para los que les gusten los datos más técnicos, “Punica granatum”).

Conocida desde la prehistoria, hace miles de años, parece ser que el origen de esta fruta está en Asia central y su imagen puede observarse esculpida en obras del antiguo Egipto, los cuales incluso fabricaban vino con ella.

También desde muy antiguo se atribuían funciones curativas en diferentes ámbitos, muchas de las cuales han demostrado tener una base científica, como veremos en este artículo.

Además, esta fruta se apreciaba mucho porque, al tener una piel muy gruesa, tarda mucho en estropearse una vez recolectada, lo cual la convierte en especialmente valiosa para los grandes viajes de la antigüedad, en los que cualquier fuente de vitaminas tenía un valor especial (aunque ni siquiera conocieran el concepto de vitamina, sí se sabía que los productos frescos eran necesarios para la salud, por ejemplo para evitar el escorbuto, como veremos en el artículo sobre la vitamina C).

Así, tenemos una fruta con beneficios para la salud demostrados (ahora veremos cuáles) y además con una protección externa que la conserva fresca durante mucho tiempo.

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Interesante, ¿verdad? Seguimos con más datos curiosos…

Desde su origen, como mencionamos antes, en Asia central fue pasando por las diferentes culturas (babilonios, egipcios, fenicios, griegos, romanos) hasta llegar a España, desde donde se llevaría a América.

Otro dato curioso: parece ser que la ciudad de Granada debe su nombre a la cantidad de granados de su zona. Tristemente, también da nombre a un tipo de bomba de mano, por su parecido externo.

Beneficios de la granada

Desde el punto de vista químico, la granada aporta muchísimas sustancias beneficiosas para nuestro cuerpo, por lo que algunos la incluyen en el grupo de las “superfrutas”, encabezando la lista.

Entre estas sustancias destacan:

Vitaminas:

La granada nos aporta las siguientes vitaminas: provitamina A, B3 (niacina), B5, B9 (ácido fólico), C, E y K.

Como ya comentamos en el artículo sobre las vitaminas (Hipovitaminosis. ¿Por qué son imprescindibles las vitaminas?), podrás ver los efectos y fuentes de cada una de ellas en diferentes artículos.

Minerales:

Las granadas son ricas, sobre todo, en potasio, magnesio y calcio, aunque también nos aporta hierro, fósforo y zinc.

Fitoquímicos:

Aunque su aporte de vitaminas y minerales es importante, los principales efectos beneficiosos de la granada residen en su enorme carga de sustancias fitoquímicas antioxidantes y antinflamatorias, especialmente polifenoles (sobre todo taninos, en una proporción mucho mayor, incluso, que en el vino) y flavonoides

Leíste el artículo sobre los fitoquímicos? (Fitoquímicos. Los aliados de tu calidad de vida). Pues aquí vas a poder ver cómo se llevan a la práctica los conceptos que explicamos.

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La combinación de estas sustancias interesantes a nivel nutricional explica sus principales efectos:

cáncer: aunque se siguen investigando nuevas sustancias beneficiosas dentro de la granada, ya se ha confirmado la presencia de fitoquímicos que ayudan en la lucha contra el cáncer de próstata y de mama, en concreto.

articulaciones: por otro lado, algunos de los antioxidantes presentes en esta fruta tienen un efecto antiinflamatorio que ha demostrado su eficacia en el dolor de los problemas articulares como la artritis y probablemente ayuda a frenar la degeneración del cartílago articular.

defensas: el sistema inmunológico también se ve reforzado por los fitoquímicos de las granadas, que nos ayudan a frenar el avance de infecciones.

estrés: inhibe parcialmente los efectos del cortisol (conocida como “la hormona del estrés”) por lo que también es beneficiosa como ayuda en la terapia antiestrés-

a nivel cardiovascular: los antioxidantes ya comentados nos benefician controlando los niveles de colesterol LDL (“el malo”) y, como consecuencia, ayudan contra el endurecimiento de las paredes arteriales (arteriosclerosis), implicado en la tensión alta (hipertensión arterial) y otros problemas cardiovasculares como la isquemia (falta de “riego”) en cualquier parte del cuerpo).

Precisamente esta protección cardiovascular es el auténtico “efecto antienvejecimiento” (nada que ver con la preocupación por la arruguitas o las canas…), ya que el propio Gregorio Marañón dijo que “la edad de una persona es la de sus arterias”.

– piel: en esa línea antienvejecimiento, la granada también nos protege parcialmente contra alguno de los daños de los rayos ultravioleta sobre la piel, y ayuda a su regeneración.

Para los que se preocupan (o tienen que vigilar) su peso, la buena noticia es que aporta muy pocas calorías (33 calorías (kilocalorías) por 100 gramos de fruta), así que no tiene impacto negativo sobre “la línea”.

Con todo esto, ¿tienes alguna duda de que se trata de una “superfruta”? J

Consejo para comprar granadas:

Elige las que más pese, ya que es un signo de mayor jugosidad.

La mejor época es desde septiembre a diciembre, aunque seguramente podrás encontrarlas en cualquier mes del año.

Cómo consumir la granada:

Se trata de una fruta muy versátil, porque puede comerse directamente tras desgranarla o bien se puede usar para zumos, batidos, yogures o incluso ensaladas y cócteles (la granadina es el jarabe concentrado del zumo de esta fruta).

Si te interesa, coméntanoslo e incluiremos alguna receta con la granada como base, porque hay combinaciones realmente deliciosas.

Por cierto, la granada se puede encontrar en cápsulas concentradas y también se usa en cosmética.